"Nadie podrá llevar por encima de su corazón a nadie, ni hacerle mal en su persona aunque piense y diga diferente" 
Esto no es proselitismo político, no es alusión a ninguna colectividad, es una reflexión sobre nuestra individualidad.
Con decepción debo decir que somos parte de un grupo de personas que no aprendemos de las lecciones de la vida. Desde hace años intentamos reaccionar y participar mínimamente de un cambio que empezó mal, NO CAMBIAREMOS LA SOCIEDAD SI PRIMERO NO CAMBIAMOS COMO SERES HUMANOS, es tiempo de desechar esa basura de la competencia individual para entender que este mundo que se sigue cayendo a pedazos requiere una conciencia colectiva, que promueva la creación de centros de estudio y no la destrucción de los mismos, que aplauda las diferencias no por protocolo y saludo a la bandera del respeto, sino porque en la homogeneidad no hay sino espacio para la obediencia ciega. 
