Hace poco discutía con alguien sobre la realidad del amor, eso que sobrepasa la retórica y se vuelve acción, que se concreta en realidades simples con efectos complejos, amor de verdad con emociones moderadas, punzones de emoción momentáneos, desde luego más razón que corazón, más realidad que destellos de colores.
La conversación avanza y yo reflexiono sobre la complejidad de mis acciones, una vida circular que se repite una y otra y otra vez y siempre es igual, las mismas lágrimas, el mismo sacrificio, el mismo silencio, el mismo miedo, las mismas ideas que jamás serán conocidas y menos realizadas.
Simplemente soñé que podrías estar a mi lado, con las noches avanzando sobre mi calendario pensar en ti es una costumbre, una costumbre vital, un aliento, un respiro. De a poco y teniendo tan claro que siempre estoy para imaginaciones, te convertiste en una eterna imaginación pasajera. Hoy me pregunto cómo has sido intocable a la ráfaga de suspiros? Solo eres un lejos con su siempre.