No puedo evitar una risita suspicaz que se escapa por el borde de los labios cuando es escucho personas, unos proletarios, otros burgueses, otros doctores y otros "donadies", que se regocijan en repetir teorías recicladas, para convencer a los demás que su punto de vista es el único el certero, el univoco... sí, me dan mucha risas sus conclusiones apresuradas y su forma de hablar tan elocuente y segura.
Mientras me rió, siento a ese algo dentro de mi reír a carcajadas por ver mi desdén frente a la vida, a veces pienso que soy de esas personas a las que no les importa nada, y no es una conclusión sencilla, porque uno siempre piensa que le importan cosas, que tiene sueños, que tiene metas, que tiene planes. Pero luego cuando las cosas no se van dando o simplemente cuando se dan y producen esa alegría tacaña que se va tan rápidamente, todo vuelve al mismo punto. En ese momento pienso que nada importa tanto.