9 de mayo de 2014

Algunas veces extraño mi vida...

Y cuando más la extraño es cuando más me pregunto si en realidad la tuve. 

Me preparo un té caliente, solo para tener la certeza que al lo menos el líquido hirviendo en mi garganta me recordara que sigo con vida. Sigo con vida... si, eso parece, respiro todavía. 

Entonces recuerdo que dijeron que tenía una historia que ya estaba escrita, pero algunos escritores dejamos a los personajes irrelevantes a la deriva para que terminen sus vidas como puedan... a lo mejor soy eso, un personaje que a la deriva resolverá su vida con lo que pueda y como pueda. 

Recuerdo tantas cosas, recrimino mi falta de exigencia , las rutinas que me ahogaban a la postre me hacían sentir bien. 


Y aparece como una revelación repentina: tengo la misma ambición que critique, he deseado por tantos años hacer tantas cosas que hoy cuando el tiempo parece deshacerse de mi, el planeta se me viene encima. Hace algunos años el mundo era solo un pequeño dulce que podía devorar en un segundo, hoy es una esfera gigante, infinita y no hay lugar seguro, hasta mi yo interno se volvió cruel carcelero de mis pretensiones. 

Quizá solo necesito un cielo azul para seguir adelante. Obviamente ya no se que significa eso "adelante" es un todo inmenso que se bate con fuerza y yo apenas un pequeño duende que espera ver la luz al final del túnel. 

Extraño mi vida, y mientras continuo en este sofá con mi té caliente, mi manta azul y mi gato centinela, sigo imaginando que me devuelven mi hogar, mis sueños y mi vida. No es que vaya a morir es solo que todo es tan diferente, ya ni siquiera vale la pena llorar, la fusión de decepción e incertidumbre sabe a carne descompuesta.

Tu dices que siga adelante, y yo quiero correr hacia ese lugar sea lo que sea, por ahora mientras sigo en mi sofá esperando el momento de correr seguiré extrañando mi vida imaginando como una opción ridícula un mañana mejor.  

Mi personaje no fue diseñado para la feliz ignorancia de la realidad, mis lineas fueron escritas para el papel de la verdad, el de conocer lo impensable, mis lineas descartaron los sueños como una opción, y pusieron la vida sin disfraces para que sin tener la preparación adecuada me enfrentara a ella. 

Ahora el té se enfría y en estos días tan grises esa no es una buena opción. Tampoco es una  buena opción rendirse. ¿Para qué rendirse? Si a fuerza del magnetismo universal hay que continuar.

Continuar... unos creyendo, otros luchando, unos cantando, otros llorando. Hay que seguir removiendo escombros, levantando las ruinas, esperando que al final del teatro nuestras lineas compensen estos días desoladores, por días brillantes llenos de sonrisas cómplices y miradas alentadoras. Con muchos otros soñadores que no renuncien a lo que quieran aunque les expriman el alma, les condenen a la rutina y lo que es peor al olvido.

Tal vez eso pase conmigo, los caminantes sin camino son olvidados, pero mientras avanzan hacia la nada se llenan de imágenes, sonidos, personas que no las recordaran, pero por lo menos harán más amable su camino.

Después de todo solo extraño mi vida algunas veces, otras simplemente sigo caminando...








1 comentario:

  1. Excelenteeeee !!!! escribes muy genial, tu manera de expresarte, tus palabras , hacen que quiera seguir leyendo, te admiro Att gus

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